Toledo, encrucijada de culturas.

 

Aquí dejamos un post que nos ha mandado nuestro amigo Mario de su escapada a Toledo. Gracias Mario!!

Toledo

Toledo es una ciudad preciosa, que se encuentra rodeada por el río Tajo por tres de sus flancos.

En el flanco que no estaba protegido por el río, edificaron una impresionante muralla que encierra un intrincado laberinto de calles, unas cuesta arriba y otras cuesta abajo, sin un rincón que no conserve el ambiente medieval.

Por la ladera del cauce en la que no se encuentra la ciudad, discurre una carretera en la que se encuentran distribuidos diversos miradores dónde se puede detener el vehículo por un momento para apreciar Toledo a vista de postal.

En Toledo, como punto histórico clave, conserva un Alcazar que ha sido maltratado por el paso de los años, pero que actualmente se encuentra totalmente restaurado y resplandece en pleno casco antiguo. Frente a este símbolo de la guerra, al otro lado del río Tajo, se encuentra la academia de infantería, cuyo edificio también causa admiración.

Otro edificio impresaionante, entrando por la última puerta de la muralla, y un poco antes de llegar a la casa-museo El Greco, es el Claustro Monasterio San Juan de los Reyes.

La catedral es preciosa, está en la plaza del Ayuntamiento, bien adentrada en el casco antiguo, al que normalmente se accede por la «Puerta de Bisagra», así que después de tanto caminar, el visitante puede agradecer que ante la «Puerta del Reloj», que actualmente es su entrada para turistas, hayan puesto un montón de botijos y unos grifos para llenarlos. La entrada cuesta 7 euros.

Se puede coger un tren turístico (parte de la plaza Zocodover) que te llevará por los edificios y vistas mencionadas anteriormente, así como por el castillo de San Servando dónde estuvo el mismísimo Cid, al razonable precio de 4.50 euros, y también se pueden contratar visitas nocturnas, entre 12 y 18 euros, que incluye el cuento de leyendas propias de Toledo ciudad.

Un producto típico de Toledo, a parte de las espadas, son los mazapanes, principalmente preparados por las monjas en sus conventos. Espadas he visto muchas, y muy bonitas, desde 50 euros, pero como dice mi madre «no debo comprarme algo solo porque me gusta».

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